Las peor vestidas de la alfombra roja de la gala de los Oscars 2017
Por fin ha llegado el día. La celebración del cine más importante del año, con sus consecuentes celebrities, vestidazos de infarto, premios, alegrías y decepciones. Y, por supuesto, patinazos sobre la alfombra roja. Porque entre tanto glamour, estilistas concienzudos y peinados pensados al milímetro siempre hay alguien que se equivoca y falla. Estas son
las peor vestidas vistas en la alfombra roja de la gala de esta edición 2017 de los Oscars.
Los dorados y los tonos metálicos han sido los reyes de la noche de los Oscar. Pero, a diferencia de Jessica Biel o la ganadora a la estatuilla de mejor actriz Emma Stone, Charlize no ha acertado con el corte. Y ya es difícil que algo le quede mal a la sudafricana.
En todos los premios hay grandes decepciones, tanto para los perdedores como para los que apostaron por ellos. Y en los Oscar, el chasco puede ser doble: la estrella no solo puede no ganar el premio, sino que también puede acabar en la lista de los peor vestidos de la gala.
El baremo que se utiliza para decidir lo que está bien o está mal en la alfombra roja no está del todo definido y lo que a algunos les parece una genialidad a otros les parece una aberración. Ahí está el vestido de cisne que Björk se marcó en el 2001 que, para bien o para mal, no se le ha olvidado a nadie. Pero si hay que escoger, estos han sido los menos afortunados en lo que a vestimenta se refiere.
El problema de Salma no está en el vestido, en el peinado, ni en el maquillaje, sino en la combinación de todos ellos.
No se pierda el histórico papelazo en la entrega del Oscar a la Mejor Película
Los Oscar, así entendidos en su totalidad, suelen ser un peñazo considerable. A no ser que ocurra lo inesperado, una metedura de pata de grandes dimensiones para los libros de historia del cine. Y eso mismo, lo insólito, sucedió en el último premio, cuando dos leyendas como Warren Beatty y Faye Dunaway leyeron mal el nombre del ganador del Oscar a mejor película. Entonces se armó la gorda.
Los llamaron para presentar el premio a mejor película coincidiendo con el 50 aniversario de ‘Bonnie & Clyde’, un detalle simpático que le salió muy caro a la Academia de Hollywood. Tras dar como ganadora a ‘La La Land’, en una victoria lógica por sus seis Oscar anteriores, fue el propio productor del musical, Jordan Horowitz, el que, con el discurso de agradecimiento ya iniciado, se encargó de enmendar el error.
No solo eso, sino que con una determinación y una frialdad insólitas, aclaró el entuerto con la tarjeta en la mano. ‘Moonlight, vosotros habéis ganado’, dijo con la estatuilla dorada en la mano. “No es una broma”.
Y entonces bajó toda la plana mayor de ‘La La Land’ del escenario y subió la de ‘Moonlight’, empezando por Barry Jenkins, el director. “Hasta en mis sueños esto no puede ser verdad”, dijo. Un error que de alguna forma dejó en un segundo plano todo lo anterior.
Rápidamente, el actor de ‘Bonnie & Clyde’ tomó el micrófono e intentó explicar que su compañera y él habían recibido el sobre de mejor actriz, en lugar de el de mejor película, que había recaído en la protagonista de ‘La la land’, Emma Stone. “Por eso le eché una larga mirada a Faye… yo no estaba tratando de ser divertido”, explicó Beatty.
Por su parte, ya en bastidores, Emma Stone aseguró que no tenía ni idea de lo que había ocurrido, pero que ella tuvo la tarjeta de mejor actriz desde el momento en el que le dieron el premio, justo antes de la entrega del Oscar a la mejor película. El misterio está ahora en saber por qué se les dio el cobre equivocado a Dunaway y Beatty y por qué había dos sobres a la mejor actriz. Así fue el recorrido de los sobres
El recorrido de los sobres es todo un periplo. El martes previo a la gala, es decir, el martes pasado, la Academia de Hollywood envía las papeletas con los ganadores a PricewaterhouseCoopers, la firma encargada desde hace 70 años de custodiarlos. Sólo dos miembros de la firma conocen los resultados finales, que son colocados en los sobres sellados, y que sólo se abren durante la ceremonia, en el escenario, y de la mano del encargado de entregar el premio.
La auditora ya ha pedido disculpas por el error. “Los presentadores recibieron erróneamente el sobre de la categoría equivocada y cuando se descubrió, se corrigió inmediatamente. Actualmente estamos investigando cómo podría haber ocurrido esto, y lamentamos profundamente que esto haya ocurrido. Apreciamos el humor con la que los nominados, la ABC y Jimmy Kimel manejaron la situación”, han asegurado en un comunicado desde PwC.
Según explicaron hace unas semanas, los dos miembros de la auditora que custodian los sobres y que hacen entrega de ellos en cada extremo del escenario son Brian Cullinan y Martha Ruiz. Cada uno sostiene el sobre del premio que se va a entregar en ese momento, un sobre con el mismo contenido. Es decir, hay dos sobres de cada categoría.
“Los productores deciden cuál será el orden de los premios. Cada uno de nosotros tiene un juego completo de los sobres con los premios. En mi maletín tengo los 24 sobres, mi compañera tiene otros 24. Estamos de pie en lados opuestos del escenario, fuera de pantalla, durante toda la noche. No parece muy complicado, pero hay que asegurarse de que se está dando el sobre correcto al presentador”, afirmó para ‘Medium’ antes de la antológica metedura de pata.
Según esto, el error parece que estuvo en uno de los dos, que no entregó el sobre correcto a Dunaway y Beatty, sino que le dio el anterior premio, el de mejor actriz. Es decir, Stone se quedó con el sobre de uno de ellos, y el otro miembro de PwC se quedó con el sobre del mismo premio, que es el que entregó por error a los protagonistas de ‘Bonnie & Clyde’.
Lo de antes había sido un gala tan aburrida como de costumbre salvo por matices no demasiado abundantes. Se esperaba un espectáculo con fuerte carga política y al final se puede decir que Donald Trump resultó ileso. Se burlaron de él -lo contrario hubiera sido una osadía-, pero sin la inquina que medio mundo esperaba.
Jimmy Kimmel, el presentador designado para la ocasión, optó por no salirse demasiado de los márgenes. Atacó a Trump desde el comienzo, como estaba previsto, y cargó contra Mel Gibson inmediatamente después, otro blanco fácil y habitual. No fue el único. Como ya es tradición en los últimos años, el sentido del humor radicó en burlarse de los presentes. Todo bastante corriente.
Pero en algo, sin embargo, fue diferente Kimmel. Tuvo un momento de brillantez para distinguirse de la manada. Empezó a cachondearse de la “mediocre” trayectoria de Meryl Streep, nominada por vigésima vez al Oscar, y terminó pidiéndole al público que se pusiera en pie para aplaudirla como señal de protesta contra Trump, el hombre que dijo de ella ser la actriz más sobrevalorada de Hollywood tras su discurso en los Globos de Oro.
“Bonito vestido, por cierto. ¿Es un Ivanka?”, remató Kimmel, mofándose de la polémica formada en torno a la colección de la hija del presidente y el rechazo de la cadena Nordstrom. Fue el mejor chiste de la noche. Además tuvo la ocurrencia de dejar entrar en el teatro a un grupo de turistas de la calle que tuvieron la oportunidad de darse un baño de estrellas único.
Kimmel cumplió, teniendo en cuenta que las expectativas no eran muy elevadas. El problema es que el resto no acompañó. Ni siquiera ‘La La Land’ arrasó como se esperaba para dotarle de grandeza al espectáculo. Se quedó en 6 Oscars, que sigue estando muy bien, pero no tanto para una cinta que contaba con hacer historia tras sus 14 nominaciones de salida.
Los discursos, en general, también decepcionaron. Tan solo gente como Gael García Bernal o Anousheh Ansari, que recogió el Oscar de ‘El viajante’ en nombre del iraní Asghar Farhadi, dieron la cara en clave política como se esperaba. El mexicano, que fue el encargado de presentar dos premios, dijo lo siguiente: “Como mexicano, como latinoamericano, como un trabajador inmigrante, como un ser humano, estoy en contra de cualquier tipo de muro que nos separe”. Hubo un grupo que se levantó de sus asientos para celebrar sus palabras.
Tampoco Cheryl Boone Isaacs, presidenta de la Academia de Hollywood, estuvo a la altura con el asunto de la negritud y su esfuerzo de este año para equilibrar la balanza. Su discurso fue excesivamente institucional. Aburrido, muy aburrido.
Se suponía que después llegarían las lágrimas, las frases para la historia de la gala, pero no fue así. Casey Affleck estuvo tan frío como su papel en ‘Manchester frente al mar’ y Damien Chapelle lo mismo, agradecido y punto. La pelota estaba en el tejado de Emma Stone, que tampoco se dejó llevar por la emoción.
El momento final, sin embargo, compensó lo insulso de todo lo anterior. Ver para creer.
Sin contar el garrafal error final, destacó la actuación de Timberlake, unos turistas entre las estrellas, Meryl Streep, Matt Damon...
del error y avisó del mismo.
- Timberlake pone a todos a bailar.
La gala comenzó como hacía tiempo que no lo hacía, con un número musical que no era del presentador. Fue con la canción Can't stop that feeling de la película de animación Trolls y que aspiraba esta noche a un premio (la mejor canción se la llevó City of Stars, de La La Land) Y fue su autor e intérprete, Justin Timberlake, el encargado de lograr que todo el mundo se pusiera de pie por primera vez en la noche
Con una gala que empezó fuerte con Justin Timberlake bailando entre los asistentes y que terminó, como siempre, a toda prisa, estos han sido los mejores momentos de la 89º edición de los Oscar 2017.
Los Oscar ponen a Farhadi delante de todo Estados Unidos. El director iraní Asghar Farhadi y su película, El viajante, se llevaron el premio a Mejor película de habla no inglesa. Farhadi, en protesta contra las medidas antiinmigración de Trump, decidió no viajar a Estados Unidos para asistir a la gala. El mensaje de Farhadi lo leyó Anousheh Ansari una ingeniera de la NASA y astronauta en vuelo del programa espacial ruso Anousheh Ansari, la primera iraní que fue al espacio. Las palabras de Farhadi fueron: "Siento no poder estar aquí esta noche. Mi ausencia tiene que ver con el respeto que siento por la gente de mi país y la de los otros seis que han sufrido una falta de respeto al ser impedidos entrar en EE UU. Así se divide el mundo. Los directores de cine pueden crear empatía y unir".
- Gael García Bernal pone a Trump contra el muro. El actor mexicano, que salió a presentar los premios de mejor corto y mejor película de animación no desaprovechó la ocasión para acordarse del muro que Donald Trump quiere agrandar para separar Estados Unidos y México y evitar que entren inmigrantes:
"Como mexicano, como inmigrante, como trabajador, estoy en contra de cualquier muro
Dev Patel Pocos actores masculinos han sacado tanto partido a un cambio de peinado. Quienes no habían visto mucho a Patel desde Slumdog Millionaire se han sorprendido al verlo muy mejorado en esta temporada de premios, vistiendo trajes de corte entallado y con su rentable media melena. El propio actor bromea con el tema y concede todo el mérito a los estilistas de Burberry que, dice, le han salvado de “muchos desastres en la alfombra roja”. Para esta ocasión eligió un esmoquin bicolor con chaqueta blanca.
Alicia Vikander El año pasado, recogió su Oscar a la Mejor actriz de reparto vestida con un Louis Vuitton en amarillo pastel y este año ha optado por un traje negro para entregarlo. La sueca, pareja de Michael Fassbender, será la nueva Lara Croft en la próxima película de la saga.
Casey Affleck
El protagonista de Manchester frente al mar nunca parece encantado de cumplir con los requisitos de la promoción, pero aun así se ha trabajado el circuito completo de alfombras rojas, a pesar de las acusaciones de acoso sexual (zanjadas con un acuerdo económico extrajudicial) que le persiguen desde que rodó la película I’m still here con su excuñado Joaquin Phoenix y dos mujeres miembros del equipo le denunciaron.
Emma Stone
Stone y su estilista habitual, Petra Flannery, se han inspirado en la propia La La Land para escoger los vestidos de la actriz durante la larga temporada de alfombras rojas. En los Globos de Oro, lució un Valentino estampado con estrellas plateadas, y para recoger el Bafta a la Mejor actriz arriesgó con un Chanel alta costura, también con múltiples aplicaciones plateadas, que llevó encima de unos pantalones de pierna recta. En cuanto a firmas, Stone es de las que no se casa con nadie y puede llevar tanto Lanvin como Elie Saab o Alexander McQueen, que lució en los premios del Sindicato de Actores. En los Oscar 2017 volvió a ser una de las más elegantes con este Givenchy.
Nicole Kidman Las nominaciones por Lion y el estreno de Big Little Lies, donde interpreta a una mujer atrapada en un complicado matrimonio con Alexander Skarsgaard, han devuelto a la primera fila a la australiana,
Denzel
Washington
Denzel Washington llegó con su esposa Pauletta. El actor cuando ganó su único Oscar por Tranining Day en 2002, Washington tuvo uno de los momentos más memorables de la noche. Ese mismo año, Sidney Poitier se llevó el galardón honorífico y el actor bromeó: “Llevo 40 años siguiendo a Sidney y ahora, ¿qué hacen? Nos lo dan el mismo año”. Fue una manera sutil de criticar también la ausencia de papeles para actores afroamericanos.
Esta línea ha sido diseñada por Alejandra Valero, quien ha afirmado en un comunicado que está dirigida a un tipo de mujer urbana, con carácter despreocupado y que deseen dar un toque diferente a su enlace. En definitiva, las propuestas para la primavera/verano 2017 de Intropia rompen con lo tradicional y estarán disponibles a finales del mes de febrero. INTROPIA ATELIER
Los vestidos de novia de Intropia están inspirados en diferentes ciudades del mundo y sus precios oscilan entre los 600 euros. Así, se pueden encontrar los diseños Cibeles (Madrid), Trevi (Roma), Nolita (Nueva York), Venice (Los Ángeles), Madeleine (Paris) y Mayfair (Londres).
Como no podía ser de otra manera, el sello de identidad de la casa está presente en los bordados realizados a mano, delicados tejidos que van desde el tul hasta el guipur pasando por el plumeti y piezas de pedrería. Sin duda, una colección de lo más romántica y vintage que será todo un éxito.
La diseñadora María Escoté se inspira en la obra del artista francés Auguste Herbin y el concretismo, aquella tendencia de la pintura abstracta de los años 30 abanderada por De Stijil, Kandinsky y los futuristas en torno al pintor suizo Max Bill cuya idiosincrasia radica en las composiciones geométricas y los colores planos, la supremacía de las formas frente al color.
L'OISEAU,
la colección otoño-invierno 2017/2018 de María Escoté, evoca el vuelo del pájaro extendiendo sus colores y formas al sol: "La libertad, la lucha interior artística y la liberación pictórica son una clara influencia del artista francés al que hemos querido rendir tributo".
María descompone la realidad y reduce la naturaleza a las formas geométricas desarrollando un lenguaje artístico y matemático inspirado en bloques de color: abrigos de patchwork de efecto cubista conversan con prendas oversize de colores irisados y equilibradas estructuras bordadas en lana que simulan
los tonos de las aves más poéticas. Prendas monocolor de formas geométricas que se cuajan de perlas engarzadas, terciopelos estampados que evocan el estilo cubista abstracto:
"Un homenaje a la obras del pintor, un vuelo creativo para la liberación del alma".
Las altísimas botas thigh-high se alzan sobre los muslos, no son entalladas ni esculpen la pierna, se llevan en ante abrupto, arrugadas y XL. Los pantalones de campana escalan centímetros por la cintura y algunos se cortan al tobillo, siempre con botín medio de tacón. Nos encanta el sastre, un dos piezas a rayas tutti frutti con jersey crudo de cuello cisne, el total look blanco y los vestidos midi pero hay faldas muy mini, zig-zag en blanco y negro, y un allure setentero y nerd que seducirá a los fans de Escoté más allá de la melomanía a la que nos tiene acostumbrados.