Jesús Peiró, colección Novia 2018

¡Triunfo con su colección metrópolis!
Un año más la firma Jesús Peiró se sube a la pasarela, pero esta vez lo ha hecho pisando fuerte, con una colección digna de recordar. Metrópolis, ese ha sido el nombre elegido para su nueva colección de vestidos de novia Jesús Peiró 2018. Tomando como referencia el estilo art dèco y la capital de los tiempos modernos, Nueva York. El espectáculo ha comenzado con un estilo gran gatsby de lo más animado, con imágenes muy años 20 y ese glamour que tanto le caracterizaba.

Metrópolis

La colección de JESÚS PEIRÓ para 2018 centra su inspiración en el Nueva York de las primeras décadas del siglo XX. Es la gran metrópolis moderna, la ciudad de los prodigios que desafía lo establecido y asombra al mundo por su belleza y su increíble evolución. Son sus majestuosos edificios, la vanguardia vanguardia de la arquitectura arquitectura invadiendo invadiendo el cielo, echando echando humo y amontonando vigas. Retando al ingenio y mostrándose imponente y magnifica. Jugando con la geometría, perdiéndose en las alturas entre bloques de mármol y piezas de cemento. Locomotoras de acero, transatlánticos, iluminación. Son los años de la maquina rindiéndose a los tiempos modernos.

Es la caprichosa, minuciosa belleza del art déco. Las maderas exóticas, el cromo, la baquelita, el jade, la obsidiana, decorando una mesa o la puerta de un ascensor. Dibujando cenefas, arabescos, celosías y enrejados en techos y paredes.

Son las flores, las mariposas y las guirnaldas juguetonas del art nouveau. Su paleta delicada y cálida, su sinuosa presencia. La novia Jesús Peiró es grácil, ligera, construida desde el interior como la arquitectura de un rascacielos.

 

A semejanza de los maravillosos edificios de la ciudad de los rascacielos, los diseños de esta colección están construidos desde dentro. Tejidos nobles combinados a conciencia, transparencias veladas que visten el cuerpo femenino de la manera más elegante. Sus vestidos acarician la piel femenina como si de una segunda piel se tratara.

 

Ligereza convive con volumen, y eso lo ha dejado claro. Con una primera parte en la que primaban los diseños vaporosos con movimiento exquisito, combinando tejidos de la manera más acertada. Faldas de seda y otras de tul que se alternan con cuerpos de fino encaje y transparencias.

 

Algunas líneas reposan sobre corsés bien estructurados que ciñen el busto y afinan la figura. Se aprecian volúmenes en mangas, las las faldas se ahuecan dando como resultado diseños línea princesa, más regios e imponentes.

Otras propuestas dejan evidencia de los nuevos escotes, escotes cuadrados y trazos rectos que dan mayor importancia a los tirantes, adornados con pedrería y pasamanería, una auténtica obra de arte. Espaldas labradas, con cruces llenos de brillo, volantes en hombros, una tendencias en la moda prêt-à-porter de las últimas temporadas que también llega a la moda nupcial.

Vestidos de novia de manga larga que juegan con la geometría y la fantasía a partes iguales. ¡Un acierto al 100%!