New Romantics, cantando su Goody Two Shoes como banda sonora, podría esperarse un revival de los 80 –como tantos otros– por parte de Bill Gaytten. Pero el diseñador, que ya llevaba trabajando mucho tiempo en John Galliano antes de hacerse cargo de la marca, eligió un enfoque diferente. Con los sombreros de pelo de Stephen Jones, tan cercanos a la Alta Costura, y el exuberante terciopelo y los botines abrochados a la manera victoriana, el diseñador parecía haber partido de piezas muy eclécticas para después dotarlas del espíritu Galliano.
Eran ese tipo de prendas que caracterizaban los shows del propio Galliano, acompañadas de aquel maquillaje teatral y su glamour místico en los propios shows de Galliano. Más allá de los conjuntos de fantasía y las complejas referencias, Gaytten sabe demostrar su habilidad excepcional con el corte y el drapeado. Un vestido lila alargado con escote palabra de honor o un vestido de plata de lamé que fluía elegantemente hasta los pies fueron dos de los looks estrella del desfile.
Pero además, había piezas de sastrería –como un traje de pantalón con doble apertura doble u otro color jengibre con chaqueta corta– que no se perdían en cuentos, sino que representaban la perfecta sastrería de hoy.
Eran ese tipo de prendas que caracterizaban los shows del propio Galliano, acompañadas de aquel maquillaje teatral y su glamour místico en los propios shows de Galliano. Más allá de los conjuntos de fantasía y las complejas referencias, Gaytten sabe demostrar su habilidad excepcional con el corte y el drapeado. Un vestido lila alargado con escote palabra de honor o un vestido de plata de lamé que fluía elegantemente hasta los pies fueron dos de los looks estrella del desfile.
Pero además, había piezas de sastrería –como un traje de pantalón con doble apertura doble u otro color jengibre con chaqueta corta– que no se perdían en cuentos, sino que representaban la perfecta sastrería de hoy.
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